Cultivar con sistemas de iluminación LED (Diodo Emisor de Luz) y de sodio (HPS - High-Pressure Sodium) son dos enfoques populares que han evolucionado a lo largo de los años. Ambos tienen sus propias características, ventajas y desventajas, y la elección entre LED y sodio dependerá de varios factores, como el presupuesto, el espacio disponible, la eficiencia energética y las necesidades específicas de las plantas. En este extenso texto, exploraremos las diferencias clave entre cultivar con iluminación LED y de sodio, abordando aspectos como la eficiencia energética, el espectro de luz, la gestión térmica, la duración de la vida útil, y el impacto en el cultivo.
Eficiencia Energética
LED:
Los sistemas de iluminación LED son conocidos por ser altamente eficientes energéticamente. Convierten una gran proporción de energía eléctrica en luz utilizable por las plantas, minimizando la generación de calor innecesario. Esto reduce los costos de energía y hace que los sistemas LED sean más sostenibles a largo plazo.
La tecnología LED permite la regulación precisa del espectro de luz, lo que significa que los cultivadores pueden adaptar la luz suministrada a las necesidades específicas de las plantas en diferentes etapas de su ciclo de vida. Esto mejora aún más la eficiencia del cultivo.
Sodio:
Los sistemas de iluminación de sodio, especialmente las lámparas de alta presión de sodio (HPS), tienen una eficiencia menor en comparación con los LED. Generan más calor en relación con la cantidad de luz producida, lo que puede requerir sistemas de ventilación adicionales para evitar el sobrecalentamiento del espacio de cultivo.
Las lámparas de sodio emiten un espectro de luz que tiende a ser más centrado en ciertas longitudes de onda, lo que puede ser beneficioso en la fase de floración. Sin embargo, esto también significa que hay una menor flexibilidad para ajustar el espectro según las necesidades de las plantas.
Espectro de Luz
LED:
La tecnología LED permite una mayor personalización del espectro de luz. Los sistemas LED modernos a menudo vienen con opciones para ajustar la proporción de luz roja, azul y otros colores, lo que es beneficioso durante las diferentes etapas de crecimiento y floración.
Los LED también pueden proporcionar espectros más completos que incluyen luz ultravioleta (UV) e infrarroja (IR), que algunos estudios sugieren que podrían tener beneficios para el desarrollo de cannabinoides y terpenos.
Sodio:
Las lámparas de sodio emiten un espectro de luz más concentrado en las longitudes de onda de color amarillo-anaranjado y rojo, que son particularmente útiles durante la fase de floración. Sin embargo, carecen de la versatilidad en términos de ajuste del espectro que ofrecen los sistemas LED.
Aunque las lámparas de sodio son efectivas para la floración, no proporcionan la misma diversidad espectral que los LED, lo que puede afectar el desarrollo general de las plantas y la producción de cannabinoides y terpenos.
Gestión Térmica
LED:
Los sistemas LED generan menos calor en comparación con las lámparas de sodio. Esto puede ser beneficioso en entornos de cultivo en interiores, ya que se reduce la necesidad de sistemas de ventilación adicionales y permite que las luces estén más cerca de las plantas sin causar daño por calor.
Los sistemas LED también son más eficientes en el uso de la energía porque menos energía se convierte en calor, lo que contribuye a una gestión térmica más efectiva y a menores costos de enfriamiento.
Sodio:
Las lámparas de sodio, especialmente las HPS, generan más calor. Este calor puede ser beneficioso en situaciones donde se necesita elevar la temperatura ambiente en espacios de cultivo más fríos, pero también puede representar un desafío en entornos ya calurosos.
La gestión del calor con sistemas de sodio a menudo implica la instalación de sistemas de ventilación y enfriamiento adicionales para mantener la temperatura dentro de un rango óptimo.
Duración de la Vida Útil
LED:
Los sistemas LED suelen tener una vida útil más larga en comparación con las lámparas de sodio. Muchos fabricantes de LED indican una vida útil de al menos 50,000 horas de uso, lo que puede traducirse en varios años de cultivo sin necesidad de reemplazo.
La duración de la vida útil más larga de los LED reduce los costos a largo plazo y disminuye la frecuencia con la que los cultivadores deben realizar cambios de bombillas.
Sodio:
Las lámparas de sodio, en particular las HPS, tienen una vida útil más corta en comparación con los LED. La mayoría de las lámparas de sodio alcanzan su máximo rendimiento durante las primeras 10,000 horas de uso, y luego la eficiencia disminuye gradualmente.
El reemplazo frecuente de lámparas de sodio puede aumentar los costos operativos y la necesidad de mantener un inventario constante de bombillas de repuesto.